La práctica del escrache es aquella en la que grupos de personas
se concentran a las puertas del domicilio o trabajo de un político para
protestar de forma pacífica. En España estas protestas se hacen por los
afectados por los pagos de la hipoteca contra los abusos de los bancos.
El escrache se
puede ver desde dos puntos de vista. El primero sería como forma de protesta, y
el segundo como coacción a los políticos.
En mi opinión, el
escrache es una forma de protesta siempre que se mantengan las formas y se haga
sin amenazas, aunque algunos de ellos las merezcan, o mejor dicho, aunque
muchas de las personas no merezcan la situación que deben de estar pasando en
estos momentos por acciones o decisiones equívocas de personas ajenas a ellos, y aun así
tengan que pasar por ello sin poder hacer nada a parte de protestar.
Entonces, ¿se
puede presionar a un político?
Para mí, sí, claro que se puede ya que tú
futuro puede depender de sus decisiones, pero siempre con unos límites.
El gobierno en consecuencia a esto, ha actuado y ha prohibido los escraches a los políticos a menos de 300 metros. ¿Está decisión no se puede considerar, a su vez, coacción a estas personas?
Con esta decisión están atentando contra la capacidad de obrar y les impiden hacer lo que quieren, o simplemente, les imponen unas pautas con las que les están obligando a hacerlo de una forma que ellos no quieren.
Si tuviera que sacar una conclusión de esto, utilizaría este refrán: "nunca llueve a gusto de todos", pero le añadiría esto: aunque algunos pueden refugiarse de esa lluvia con mayor facilidad.
Pero, ¿entonces un político debe aguantar de todo?
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